Sencillo no es simple. Kamax es el mejor ejemplo. Si les preguntas qué hacen, tras un par de frases, termina saliendo la palabra. Tornillos. Kamax fabrica tornillos. Pero nada más allá de pensar que ‘solo’ hacen tornillos. La complejidad de su mercado es enorme y exponencial, teniendo en cuenta los clientes que tienen. No pueden quitar la vista de la necesidad de innovar y su mejora continua es imprescindible en su día a día. Por ello su reto es caso aparte.
Nos encanta contar con organizaciones así, que trabajan con humildad y entusiasmo, que tienen por delante objetivos y problemas que resolver y que se atreven a embarcarse en un Hackathon, una aventura que os podemos asegurar que consume mucho tiempo de trabajo previo y que exige implicación, ganas y confianza. Estamos muy agradecidos de que Kamax sea la octava y última empresa de la III Edición de nuestro Hackathon, de que nos hayan abierto las puertas de su empresa y de que tengan tantas ganas como nosotros de que por fin llegue el 27 de septiembre.
Ocho días y descontando. Va a ser histórico.